Hace dos décadas, el 24 de abril de 2005, el mundo conoció a Snoopy, un simpático perro, producto de un experimento de Cores del Sur. Fue el primer perro clonado de la historia, la investigación y proceso científico, estuvieron encabezados por el Woo Suk Hwang y su equipo de la Universidad Nacional de Seúl.
El nombre "Snuppy" resultó de una combinación de "SNU", por las siglas de esa institución educativa, y "puppy", que significa cachorro. Este hermoso perro de caza negro nació por cesárea y pesó 530 gramos, un poco más de un kilo.
Un gran hallazgo en Isla Malvinas puede cambiar la historia por completoLa historia de Snoopy, el primer perro clonado
Hace 20 años la Universidad Nacional de Seúl anunció el exitoso proyecto, cuyo resultado, fue Snuppy. Antes de Snuppy, se pudieron clonar mediante la técnica de transferencia nuclear de células somáticas (TNCS) a otros animales mamíferos. Por ejemplo, la recordada oveja Dolly, el gato CopyCat, vacas, ratones, ratas, cabras, cerdos y conejos, entre otros.
Sin embargo, la clonación de perros es un proceso muy diferente y mucho más complicado. De acuerdo al artículo científico Dogs cloned from adult somatic cells, publicado en 2005, "esta tecnología no ha tenido éxito hasta ahora en perros debido a la dificultad de madurar los ovocitos (N del R.: célula germinal femenina "inmadura", que está en proceso de convertirse en un óvulo) caninos in vitro".
El complicado proceso de clonar un perro
La técnica o estrategia TNCS consiste en transferir material genético del núcleo de una célula madre adulta donante a un óvulo cuyo núcleo -con su material genético- ha sido eliminado de manera previa. El óvulo resultante, que contiene el ADN de la célula donante, se trata con productos químicos o corriente eléctrica para estimular la división celular y formar un embrión. Una vez que alcanza una fase adecuada, se deposita en el útero de una madre subrogante, donde sigue desarrollándose hasta el nacimiento.
El veterinario coreano Hwang Woo Suk, profesor de la SNU, y su equipo trabajaron de manera ardua para obtener su objetivo. De hecho, era muy poco efectivo el método en los perros: tuvieron que implantar más de 1000 embriones clonados en 123 vientres de alquiler. Y solo consiguieron tres embarazos: solo Snuppy sobrevivió.
El escándalo de Hwang Woo Suk, el científico a cargo de la clonación
Woo Suk afirmó en dos artículos publicados en la revista Science en 2004 y 2005 que había creado células madre embrionarias humanas por clonación. Según la cadena británica BBC, esto fue considerado como un avance científico importante. En su país natal lo llamaban el "Pride of Korea" -Orgullo de Corea- . Pero su prestigio pronto se derrumbó por el piso.
En noviembre del 2005, admitió que su equipo de la universidad utilizó óvulos donados por dos científicas jr. de su mismo laboratorio. Y además obtuvo óvulos del mercado negro. Dos maniobras que dejaban en manifestó una falta de bioética. Tiempo despues, un panel de la Universidad de Seúl desterminó que el trabajo de Woo Suk no tenía prueba alguna.
Todo este escándalo por sus mentiras, y violación a la ética, puso en duda lo de Snuppy. Al final, una investigación interna de la Universidad Nacional de Seúl comprobó -gracias a un examen de ADN-, que Snuppy efectivamente era un clon.